Muchas
veces hay miedos a hacer el ridículo al contar un cuento. Los niños te dan la fuerza y la magia para que te
conviertas en el mejor cuentacuentos del mundo, porque aunque no te lo creas, eso
depende de ti.
Toda
la magia, el entusiasmo y la energía que tienes se transmite y entonces el
cuento forma parte de ti y ellos poco a poco se van metiendo en tu historia,
con su imaginación, con sus experiencias, con sus sentimientos, con su
inocencia… ¡Déjate llevar y prueba a contarles un cuento, a
vivirlo, a escenificarlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario